¿Por qué un cancionero sonoro? No se puede negar que en la labor de divulgación de nuestro folklore que viene desarrollándose de manera incesante sobre todo en las últimas décadas han jugado un papel de especial relevancia los cancioneros. Adaptados en cada época a los medios tecnológicos disponibles, han pasado de ser libros con recopilaciones de partituras a grabaciones sonoras en CD sonoro, CD-rom e incluso video y DVD. Si bien los primeros presentan los inconvenientes de que sólo son accesibles a las personas con conocimientos de solfeo y de que las transcripciones musicales suelen ser imperfectas al tratar de adaptar a la rígida escritura musical muchos de los matices del canto popular, los soportes magnéticos o digitales resultan caros y de capacidad de información limitada, aún cuando esta capacidad sigue creciendo hoy día.
Por contra, el formato MIDI tiene el inconveniente de que la calidad con que se consigue imitar el sonido real de un instrumento musical es variable (nula en el caso de la voz humana), está condicionada por los medios tecnológicos de que se disponga para reproducirla. En el caso de este cancionero, en el que la música es transmitida a través de Internet y ejecutada por la tarjeta de sonido del receptor, será ésta tarjeta la que determinará la calidad final del sonido. Por lo tanto no se obtiene una calidad de sonido real, como la que proporciona una grabación en CD o video.
Esta afirmación viene avalada por los testimonios recibidos durante el ya largo tiempo transcurrido desde que Arafolk vio la luz por primera vez, en julio de 1988, y el entusiasmo con que fue recibido por un gran número de personas que, espontáneamente, quisieron participar en este proyecto aportando información y experiencia, corrigiendo errores y proporcionando datos, personas cuyos nombres se citan más adelante como agradecimiento y reconocimiento de una labor que les convierte en verdaderos autores de Arafolk. METODOLOGÍA En la elaboración de este cancionero se han consultado materiales de muy diversa procedencia. El embrión fueron unas cuantas melodías seleccionadas de los cancioneros publicados por entonces. Los primeros que se dispuso fueron el Cancionero musical de la provincia de Zaragoza, de Ángel Mingote, la Colección de cantos populares de la provincia de Teruel, de Miguel Arnaudas y el Cancionero Altoaragonés de Juan José de Mur. Poco después aparecieron otras dos extensas recopilaciones de música popular de Aragón: la reedición del Cancionero popular de la provincia de Huesca, de Juan José de Mur, y la primera aparición completa entre el gran público del Cancionero Altoaragonés de Gregorio Garcés. De todos ellos se extrajo una pequeña pero representativa colección de melodías que trataba de componer una muestra de los distintos géneros musicales que se habían conservado en Aragón. A partir de la publicación de este primer trabajo la extracción de melodías de los cancioneros se desarrolló simultáneamente con la publicación de información recibida a través de Internet, bien directamente (información escrita, grabaciones propias enviadas por e-mail, fotografías…) o bien mediante entrevistas con personas que se ofrecían a aportar su colaboración. Esto significó la primera aparición de material inédito o de variantes de las versiones publicadas en los cancioneros antes mencionados. Debo mencionar aquí por su especial importancia la participación de Lola Bielsa, Javier Aparicio y el Ligallo de Fablans de l’Aragonés. Simultáneamente comenzaron a aparecer nuevos trabajos gracias a los cuales se rescataban del olvido grandes parcelas de nuestra tradición oral. De estos trabajos se seleccionó lo más interesante por su novedad y su variedad para publicarlo en formato MIDI en Arafolk. Aun a riesgo de omitir a alguno de los más importantes, debo citar trabajos como Bllat Colrat!, Lo Molinar, La sombra del olvido, La música tradicional en tierras del Jiloca y Gallocanta o los trabajos del Archivo de Tradición Oral.
Pero no sólo debo citar cancioneros y fuentes de música tradicional aragonesa: el estudio de ésta en su marco histórico y cultural exige, como se apuntaba en la intoducción de este trabajo, relacionarla con la música de otras comunidades, y en especial con las que en su día formaron la Corona de Aragón, por la especial relevancia de ésta y su influencia en nuestra herencia cultural. Por eso se han elegido también algunas melodías procedentes de estas comunidades. Las fuentes de información más importantes han sido el Cancionero musical de la provincia de Valencia y el Cancionero musical de la provincia de Alicante, de Salvador Seguí, y el Costumari Català y el Cançoner de Joan Amades. Además debo señalar las aportaciones (entre ![]() La etapa actual de Arafolk combina la publicación de trabajos sobre organología y tradiciones musicales que han aportado acreditados profesionales e investigadores como Ángel Vergara, Mariano Pascual, Eugenio Gracia o Jesús López, con la participación en actividades de difusión de la música y la cultura tradicionales de Aragón en medios de comunicación. Es de destacar la colaboración en los magacines Ésta es la nuestra y Es sábado, es Aragón de Aragón Radio, emitiendo una serie de espacios dedicados a la música y los músicos tradicionales de Aragón, desde el año 2006 hasta la llegada de la devastadora sequía cultural que trajeron las elecciones autonómicas del año 2011 a esta tierra, ya de por sí muy de secano, y las intervenciones periódicas en el prestigioso programa El Paso de la Estantigua que dirige y presenta Francisco Caro en la emisora Radio Lebrija. |