Elementos de expresión en la gaita aragonesa

Eugenio Gracia Marco
pochon@wanadoo.es

Consideraciones previas

Los elementos de expresión son recursos técnicos que el gaitero realiza para dar más énfasis y expresión a su interpretación. En las consideraciones previas a la hora de hablar del vibrato en la gaita aragonesa, queda claro que hay recursos propios de una gaita en concreto, que por sus características, construcción, digitación y estilo de tocar son prácticamente intransferibles a otras gaitas. Pero hay otros recursos que son comunes y fácilmente aplicables a distintos tipos de gaita. Son recursos con un significado musical, el cual muchas veces se incluye en las partituras, aunque lo normal sea que esto no ocurra, principalmente por que no hay un estilo de escritura musical para gaita que haya perdurado a lo largo de los años salvo en contadas excepciones.

El legado de canciones y melodías tradicionalmente se hacía por método oral, y eran pocos los que sabían leer y escribir música y muchos menos los que escribían estas canciones, que expresaban básicamente la melodía, así pues los elementos de expresión quedan por lo tanto en el buen hacer del gaitero a la hora de tocar, como recurso propio del instrumentista.

Existen cancioneros sobre música de gaita en los que se recogen las melodías, pero en estas no aparecen los adornos correspondientes que hacia el gaitero, pues se consideran parte de la personalidad del gaitero a la hora de interpretar.

En Escocia existen unas reglas o normas a la hora de escribir y de interpretar estos elementos de expresión. Incluso cada adorno tiene su nombre, birl, grip, taourluah… y se pueden aplicar a las distintas notas de la escala con su correspondiente digitación.

En Irlanda también nos encontramos con una serie de adornos conocidos y establecidos, cut, crans, roll… pero es el gaitero el que decide cuál utilizar y en qué lugar de la canción, encontrándonos así las partituras sólo con la melodía dejando a la motivación y habilidad del intérprete estos adornos.

En Galicia hallamos cancioneros en los que tenemos sólo las melodías aunque modernamente algunos gaiteros en sus composiciones y/o en sus arreglos incluyen en la partitura estos adornos o froleos que realizan.

También en Francia algunos gaiteros, y para algún tipo de gaita en concreto, escriben estos adornos en sus partituras.

En los métodos existentes de distintas gaitas, suele dedicarse un capitulo a los adornos u ornamentos, a veces más extenso a veces más escueto, con unos cuantos ejercicios y ejemplos de su aplicación en algunas canciones, pero generalmente se deja a la interpretación del gaitero la incorporación de dichos adornos en las distintas melodías.

En Aragón, prácticamente, no tenemos ningún cancionero específico de música de gaita y mucho menos una notación al respecto de adornos u ornamentos aplicables a la melodía. No es mi intención crear una escritura específica para gaita aragonesa, así que utilizaré las escrituras ya existentes para el estudio y desarrollo de los elementos de expresión, propios o adaptados, que se pueden desarrollar en la gaita aragonesa.

Elementos de expresión

Los elementos de expresión son todos aquellos recursos musicales que puede utilizar el gaitero para realzar y ornamentar su interpretación.

Comúnmente se conocen como adornos u ornamentos, aunque creo que su mejor definición es elementos de expresión. Según el recurso a utilizar e independientemente de la canción a tocar y del ritmo de ésta el intérprete puede acentuar determinadas partes de la canción dándole una personalidad propia y en consecuencia, un desarrollo más artístico y más personal, que el que a veces resulta de utilizar estos recursos de una forma más técnica, sistemática y muchas veces rutinaria.

Por esta razón y como base para desarrollar el estudio de estos recursos, les voy a dar un carácter más técnico o más artístico. Sin que por ello los recursos mas técnicos no puedan ser igual de artísticos según el hacer y el gusto del gaitero. Todos los elementos de expresión tienen una base musical y por consiguiente técnica, pero en el desarrollo y aplicación de estos podemos encontrar distintos matices que amplíen su efecto expresivo sobre la melodía.

La diferencia entre artísticos y técnicos es la cantidad de matices, muchas veces personales, que se pueden desarrollar en los recursos artísticos frente al estudio de los recursos más técnicos que implica un trabajo específico de digitación para obtener el recurso requerido.

Todos los elementos de expresión son recursos que, aplicados a nuestra interpretación, van a implicar un efecto de sonido, contenido en la característica principal de la gaita que es el sonido continuo. Es una relación directa entre la digitación con la que desarrollamos este recurso y el efecto sonoro que se produce y del que tenemos que ser perfectamente conocedores y conscientes, ya que ese efecto sonoro es el que estamos aplicando directamente a nuestra melodía y consiguientemente a nuestra interpretación. Así tendremos la certeza de que nuestro trabajo técnico tiene su reflejo en un efecto de sonido que realza nuestra melodía y resalta los fragmentos de la canción que consideremos oportunos.

Esta relación entre la parte técnica del adorno, (su identificación, su aprendizaje y desarrollo y su incorporación a la melodía) y la parte artística, (el efecto que produce en la melodía, el lugar de la melodía donde realizarlo y la amplitud del adorno) es la base que hará que nuestra interpretación gane en recursos y matices, y que creemos nuestra personalidad como intérpretes de gaita. La aplicación de estos recursos al desarrollo interpretativo de nuestro instrumento y no a canciones en concreto, nos hará progresar como buenos músicos de gaita.

Técnica y desarrollo

Para poder hacer correctamente los elementos de expresión y que su efecto sea el deseado tenemos que conocerlos, saber cómo se realizan técnicamente y cómo incluirlos y desarrollar la expresión de este adorno en nuestra melodía. Nos podemos encontrar con cuestiones que desconocemos o que creíamos que eran de una manera diferente y con cuestiones ya conocidas, aun así lo que viene a continuación es el desarrollo del elemento de expresión, partiendo desde su conocimiento básico, técnica y cómo podemos aplicarlo obteniendo así el mejor efecto en nuestra interpretación. No hay técnicas magistrales ni recursos secretos para conseguir hacer bien todas estas cuestiones más que el buen trabajo en el estudio de nuestro instrumento.

Apoyatura

La apoyatura, del italiano appoggiatura, es una nota que se coloca delante de la nota a la que afecta y que va ligada a ésta. Se suele representar con una nota pequeña delante de la nota principal.

Apoyaturas

La duración de la apoyatura es la duración que representa la nota y su tiempo lo toma de la nota principal acentuándose la apoyatura ligeramente.

Ejemplo de apoyaturas
Desarrollo de apoyaturas

En siglos anteriores se empezaba a tocar la apoyatura en el tiempo de la nota a la que afecta. Modernamente se suele hacer adelantándose a ese tiempo. Hay que tener en cuenta que este adelantamiento altera el acento de la nota principal.

Dentro de la apoyatura podemos distinguir las apoyaturas ascendentes, realizadas con la nota inmediatamente inferior a la principal y las apoyaturas descendentes, realizadas con la nota inmediatamente superior a la nota principal. A estas apoyaturas también se las puede llamar apoyaturas de grado, ya que se hacen sobre el grado siguiente a la nota principal, ya sea esta una nota más grave o más aguda.

También encontramos las apoyaturas de salto. Su característica es la distancia a la nota principal, que es mayor de un grado, un salto de varias notas.

Apoyaturas de salto

Para el desarrollo de este elemento en la gaita tenemos que tener en cuenta varios aspectos. Cuando en nuestra interpretación necesitamos separar varias notas iguales, la técnica más común es mover el dedo rápidamente sobre la nota inmediatamente inferior a la que queremos separar, en Aragón, cerrar por abajo o rufar. A esto se le suele considerar comúnmente como una apoyatura, pero la apoyatura tiene un valor determinado y no es del todo correcta esta acepción para este caso. También podemos considerar lo realizado como un mordente de una nota o incluso una acciaccatura, por eso, después de conocer el mordente y la acciaccatura haré un planteamiento sobre esta cuestión tan común, que es el separar dos notas iguales.

La técnica para realizar la apoyatura es sencilla, se trata de apoyarnos en la nota inmediatamente superior o inferior a la nota de nuestra melodía y hacer que suene el tiempo preciso. Tan solo se trata de mover el dedo indicado justo antes de la nota.

Apoyatura ascendente
Partimos de Do grave
Apoyamos en el Fa#
Terminamos en Sol
Apoyatura descendente
Partimos de Do grave
Apoyamos en el La
Terminamos en Sol

Esta forma se puede sintetizar en una silaba: T I Á.

Siendo la T el momento en el que se produce el sonido, la I será la apoyatura y la A, nuestra nota principal.

Negra de Sol
Nota Base
Se produce el sonido
T
———– I ———–
———– A ———–
Apoyatura de La
Nota Sol

Nota con adorno

El desarrollo expresivo de este adorno se realiza cuando marcamos bien la apoyatura, dándole el suficiente valor. Al oírlo nos puede dar la sensación de que es una equivocación y que me he confundido de nota, pero si está bien ajustada y en su tiempo correspondiente resulta muy expresiva.

Si hacemos la apoyatura mas corta de lo indicado, técnicamente estaremos haciendo un mordente a la nota y el efecto consecuente será más cortante y más seco, marca más la nota dando la sensación de un picado o staccato.

La idea de la apoyatura es que sea más expresiva y ese valor se consigue dándole el tiempo correcto.

Las apoyaturas con la nota superior son muy sonoras, las efectuadas con la nota inferior no tanto ya que estamos acostumbrados a marcar esa nota más rápido.

Para las apoyaturas con la nota inferior, o sea, ascendente hay una combinación muy expresiva que es realizar un glissando sobre esa apoyatura.

Para ejercitar la apoyatura basta con realizar una escala ascendente y descendente e ir apoyándonos en las correspondientes notas superior e inferior.

Escala con apoyaturas

Acciaccatura

Este elemento de expresión es propio de instrumentos de cuerda y/o tecla pero puede darnos algunas ideas si hacemos una pequeña acomodación a la gaita.

La acciaccatura consiste en una apoyatura breve sobre el semitono inferior a la nota principal. Se suele considerar como una variación de la apoyatura, siendo la duración de la acciaccatura muy breve y realizándola velozmente para que permanezca el valor de la nota principal.

Su grafía suele ser la de la apoyatura, pequeña nota anterior a la principal y atravesada por una barra oblicua, según autores horizontal, que puede confundirse con el mordente de una nota. La técnica para realizar la acciaccatura es igual a la de la apoyatura; se diferencia en la duración.

Acciaccatura
Duración acciaccatura

Este adorno se suele utilizar en instrumentos como el piano o la guitarra ya que al realizar la acciaccatura sobre una nota o sobre un acorde surge un efecto de pequeña disonancia. Este recurso, dos sonidos simultáneos, no lo podemos aplicar a la gaita.

Para la gaita en general y la aragonesa en particular se podría considerar este adorno como el ideal para la repetición de notas iguales como ya apuntaba hablando de la apoyatura.

Si aplicamos este adorno a la gaita y ampliamos su espectro a notas con respecto a la principal de un semitono o tono tanto inferior o superior obtenemos otra forma de separar o marcar estas notas en cuestión. En la gaita aragonesa el reflejo más claro seria en el momento de hacer varias notas iguales.

Para facilidad de comprensión y ejecución se puede considerar la acciaccatura como una apoyatura breve. Este adorno es muy parecido al mordente de una nota y el conflicto que surge entre apoyatura, acciaccatura y mordente de una nota tendrá su comentario después de conocer los mordentes.

Glissando

El termino italiano glissando viene del francés glisser, deslizar. Se trata entonces de pasar de una nota a otra, independientemente de la distancia entre ellas, haciendo que suenen todos los tonos y semitonos con los que nos encontramos, pasando con suavidad de una nota a otra.

Su grafía suele ser una línea ondulada acompañada de la palabra Gliss, que indica el adorno en cuestión.

La aplicación de este ornamento a la gaita nos plantea distintas posibilidades.

La técnica requerida es deslizar suavemente los dedos sobre los agujeros para que con suavidad y de una forma progresiva se vaya escuchando el cambio de una nota a otra.

A la hora de realizar este adorno entre dos notas a distancia nos planteamos varias maneras de hacerlo.

Como ejemplo tomaremos un glissando entre Do grave, nuestra tónica y Mi. Las posibilidades serían las siguientes:

Realizar el glissando como una pequeña escala cromática ascendente Do, Do# — Reb, Re, Re# — Mib y Mi. Para esto necesitaremos que la duración de la nota sobre la que hacemos el glissando, Do, no sea excesivamente breve y nos permita que el efecto sonoro del glissando se aprecie.

Otra posibilidad es realizar una pequeña escala diatónica ascendente Do, Re, Mi. Debemos estar atentos al efecto sonoro y escuchar que pasamos por todas las notas con el adorno que estamos realizando.

Una posibilidad más que permite la gaita es pasar directamente de Do a Mi, realizando el glissando con los dedos que nos sean necesarios para el salto entre las dos notas. Este efecto se puede considerar como un portamento+glissando, cuestión, la del portamento, que estudiaremos más adelante.

Partimos de Do grave
Glissando entre Do — Mi
Terminamos en Mi

Hay que resaltar que suavidad, a la hora de realizar el glissando, no quiere decir lentitud. El efecto sonoro que se produce es el de suavidad al pasar de una nota a otra, pero el tiempo para realizar el glissando es de la nota o notas a las que afecta el adorno. Un arrastre excesivo del glissando nos va a provocar un retardo y por consiguiente un retraso en el ritmo propio de la melodía que interpretamos.

Podemos realizar glissandos ascendentes y descendentes, siendo los ascendentes de más fácil ejecución y de un efecto sonoro más notable que los descendentes, ya que si no los hacemos bien técnicamente, podemos caer en una desafinación a la hora de ir tapando los orificios con suavidad.

Mordente

El mordente es un elemento de expresión que se realiza con una o varias notas pequeñas que van ligadas a la nota principal. Estas notas pueden ir de 1 a 4. Además, estas notas pueden ir alteradas sin que esta alteración afecte al resto de notas del compás.

Su característica principal es que no tienen duración propia, el valor de estas notas lo decide el intérprete, y que ese valor se toma de la nota principal a la que ornamentan.

Podemos encontrarnos con varias posibilidades de mordentes:

  • Ascendentes o descendentes, según estén colocados en notas más graves o más agudas que la principal.
Descendente
Ascendente
  • De grado o de salto, si el mordente está colocado en la nota inmediatamente superior o inferior o por el contrario hay una distancia de varias notas entre el mordente y la principal.
Grado
Salto
  • Directos o circulares, según vayan directamente a terminar en la nota principal o no.
Directo
Circular
  • De anticipación o retardo, según vayan antes de la nota, retardando esta o después de la nota principal, anticipándose a la siguiente.
Retardo
Anticipación

Con estas posibilidades, vamos a ver el tipo de mordentes que tenemos y su desarrollo.

Mordente de una nota

El mordente de una nota se representa con una pequeña corchea cruzada con una barra oblicua. Dependiendo del valor que le demos a este mordente podemos entrar en conflicto, técnicamente hablando, con una apoyatura o con una acciaccatura. Esta cuestión la comentaré aparte.

La manera de realizar estos mordentes es similar a la de la apoyatura.

Un recurso muy expresivo es utilizar mordentes de una nota de salto, con una distancia de varias notas. Un recurso muy utilizado es sobre el Do grave, realizar el mordente en el Mi o en el Sol, y también sobre la nota Sol o Mi realizar el mordente en el Do agudo o en Do grave. Todas estas notas forman parte del acorde de Do.

Mordente y desarrollo

Mordentes de dos notas

Con los mordentes de dos notas tenemos un gran campo de desarrollo ya que nos ofrecen muchas posibilidades combinando estas dos notas con las opciones que tenemos. Suelen ir representadas con semicorcheas.

Estos mordentes son muy comunes y cualquier intérprete de gaita que estudie el instrumento los va a realizar incluso desconociendo técnicamente el adorno en cuestión. Los mordentes son un recurso muy utilizado pero si sólo desarrollamos la faceta técnica del adorno podemos encontrarnos con ciertos problemas en nuestra interpretación. Es común observar a gaiteros noveles invadir sus melodías con mordentes para dotar a éstas de más énfasis y de más fuerza, sin que por ello obtengan el resultado deseado. Más bien rompen la melodía con demasiados cortes y ésta a veces pierde sentido.

Posibilidades mordente de dos notas
Desarrollo mordente de dos notas
Escala con mordentes

El efecto sonoro del mordente de dos notas lo podemos acomodar a la sílaba T R Á, en donde la T es cuando producimos el sonido, la R es el mordente propiamente dicho y la Á nuestra nota principal.

Negra de Sol
Nota Base
Se produce el sonido
T
———— R —————
———— A —————
Mordente Sol—La
Nota Sol (corchea)
Nota con adorno
Partimos de Do grave
Mordente Sol
Mordente La
Terminamos en Sol
Partimos de Sol
Mordente Do
Mordente Re
Terminamos en Do

Si el tiempo que le damos al mordente es corto, éste sonará fuerte, será un corte acentuado en nuestra melodía y, si el momento de realizarlo no es el adecuado, su efecto como adorno será el contrario al deseado.

Si aumentamos el tiempo que le damos al mordente, éste ganara en expresividad y se adaptará mejor a la melodía sin tanta brusquedad.

Si hacemos un mordente largo, ganamos en expresividad, pero hemos de tener en cuenta el no recrearnos demasiado en el adorno, ya que el tiempo del mordente se lo tomamos a la nota y si ésta la reducimos demasiado, estaremos convirtiendo nuestro mordente de dos notas en un tresillo, que es otra manera de ornamentar nuestra melodía que estudiaremos al hablar de los semitrinos.

Si nos excedemos en el tiempo del mordente, podemos convertir éste en un tresillo

La duración del mordente dependerá del efecto que quiera conseguir el intérprete. Tenemos que tener muy en cuenta el efecto sonoro de este adorno para así poder ajustar su efecto a la melodía. El sitio de la melodía donde situarlo suele ser la cuestión más abierta, ya que dependerá de la interpretación que queramos conseguir. Lo más común es que no haya dos gaiteros que en su interpretación personal de una pieza coincidan en la ornamentación, salvo que esta interpretación se ajuste a una partitura en donde estén indicados estos mordentes o se tenga un acuerdo previo, sobre todo cuando se toca a dos voces.

La grafía de los mordentes de dos notas en partituras de gaita es con pequeñas semicorcheas y siempre aparecen así representados. Hay dos casos de mordentes de dos notas, los de uso más común, que nos los podemos encontrar con otra grafía.

  • Mordente con la nota inmediatamente superior. Es el más común y el más utilizado y se suele representar con una barra quebrada encima de la nota a la que afecta.

  • Mordente con la nota inmediatamente inferior. Es menos utilizado y se representa con una barra quebrada y atravesada por una línea encima de la nota a la que afecta.

Cuando se realizan con la nota inmediatamente superior o inferior, se suelen llamar semitrinos. Esta grafía viene de la música clásica y en ella también se puede incluir si las notas que realizan el mordente están alteradas o no incluyendo el correspondiente sostenido o bemol.

Mordentes de tres notas

Estos mordentes pueden ser ascendentes o descendentes, realizando una pequeña escala hasta alcanzar la nota deseada.

Mordente de tres notas

Al tener tres notas tenemos que tener en cuenta que el tiempo para realizar el mordente tiene que ser muy ajustado, si no tomaremos demasiado tiempo a la nota principal y podemos convertirlo en un grupeto de cuatro notas.

El mordente de tres notas se convierte en un grupeto de corcheas

Es un mordente muy técnico, pero aun así se le puede dar mucha expresión si combinamos este mordente con un glissando en cada nota o en la totalidad del mordente, siempre dependiendo de dónde lo situemos en nuestra melodía, del ritmo de ésta y del tiempo de la nota que queremos ornamentar

Mordentes de cuatro notas

Estos mordentes son muy técnicos y a la vez muy expresivos.

Su característica principal es que pueden ser directos o circulares.

Son como pequeños “caracoleos” alrededor de la nota a ornamentar y debido al numero de notas a introducir tienen que ser rápidos en su ejecución.

A los mordentes de tres o cuatro notas se les suele considerar grupetos.

Desarrollo mordente de cuatro notas

Apoyatura — Acciaccatura — Mordente de una nota

La necesidad técnica hace que estos tres recursos tengan su propio desarrollo y su propia aplicación, por eso, cada uno tiene su propia definición y su nombre. Pero para nuestro instrumento necesitamos un recurso que se defina y se aplique con claridad en nuestra melodía y en nuestra interpretación. Podemos entrar en tremendas discusiones sobre qué recurso emplear, cómo se llama, si éste es así o no, y esto nos va a llevar a complicar el asunto innecesariamente. Después de conocer el desarrollo de estos recursos vamos a estudiar lo que realmente estamos realizando en nuestro instrumento.

La gaita es un instrumento de sonido continuo, una de las primeras técnicas a estudiar es como separar dos notas iguales. Esta separación se suele hacer con la nota inmediatamente inferior, aunque también se puede hacer con la inmediatamente superior o con un picado, que estudiaremos más adelante.

La forma más normal de realizarlo es con un mordente de una nota sobre la inmediatamente inferior, el valor del mordente lo decidimos nosotros. Esta técnica que en Aragón se suele llamar cerrar por abajo o rufar, en Galicia se denomina batemento y en Escocia tap o strike.

Si estamos tocando una canción de ritmo rápido, seguramente, este mordente se verá reducido en su tiempo, así que podríamos hablar de una acciaccatura, aunque no es un recurso propio de la gaita.

Si estamos tocando una canción de ritmo más lento este mordente se podía considerar casi como una apoyatura y podíamos aplicar algún elemento de expresión más a esta apoyatura.

Independientemente del ritmo de la canción, nuestro mordente tendrá que tener el efecto sonoro que queremos conseguir, en principio separar las notas de una manera que defina el valor de éstas. Si tenemos claro el efecto a conseguir y la técnica a realizar podemos variar de un recurso a otro en nuestra interpretación y en la misma canción según nuestra motivación.

Así que partiendo, como recomendación, desde un mordente de una nota, que es lo que realmente estamos realizando al separar dos notas, solo nos queda experimentar las distintas posibilidades y sobre todo comprobar, escuchándonos atentamente, si es ese el efecto que queremos conseguir sobre nuestra melodía sin perder la atención en nuestras notas principales, tanto en su valor como en el ritmo.

Picado

El picado debe entenderse como staccato. El staccato es la reducción de la nota para hacer que esta tenga un tiempo más breve. Se representa con un punto encima de la nota.

Staccato

Evidentemente en la gaita, de sonido continuo, este recurso es muy complicado, y prácticamente imposible de realizar. En gaitas en las que el soplo no es directo, que llevan fuelle, y es posible tocar sin bordones si así lo requiere el intérprete, este efecto es posible, pero para ello hace falta un excelente intérprete con amplia experiencia en su instrumento.

Para las gaitas de soplo directo en general y la aragonesa en particular, la técnica del picado es otra, pero lo importante es que el efecto sonoro a aplicar, y así lo debemos tener en cuenta, es el del staccato.

El picado en la gaita se representa con una pequeña nota antes de la nota principal. Esta nota se representa con una fusa, resaltando así la rapidez de ejecución de esta nota.

La nota en cuestión nos indica el dedo a levantar. Y este dedo está situado por encima de nuestra nota principal. Así por ejemplo tenemos que para realizar la nota Do grave nos encontramos con un picado sobre el Fa. O sea, que con los dedos puestos sobre la nota Do grave, moveremos rápidamente el dedo situado en el agujero del Fa produciéndose así el picado.

Esta técnica se suele emplear también para separar notas iguales. Si lo realizamos con soltura en un ejercicio del tipo “hacer corcheas de Do”, obtendremos la separación de las nota Do y el efecto de que estas notas suenen como aisladas, más breves, como picadas, como un staccato.

La cuestión principal a estudiar es qué dedos debemos mover para realizar el picado. Todo va a depender de la nota a la que queramos aplicar el picado, pues no es lo mismo hacer un picado sobre el Si agudo o sobre el Fa, aplicado a la nota Do grave. Tenemos que tener en cuenta que el sonido que se produce al hacer el picado es un sonido no definido, que no es una nota concreta, y que aprovechamos ese sonido que se produce al levantar un dedo para producir el efecto de nota picada sobre nuestra nota principal. Esta indefinición del sonido hace que algunos autores se refieran a los picados como sonidos no reales o que definan el picado como notas falsas.

Para poder desarrollar bien los picados debemos estudiar bien nuestro instrumento y las posibilidades que él ofrece. En Escocia, el estudio de su instrumento ha determinado una forma concreta de desarrollar estos picados, grace notes, y adaptan esta técnica para las distintas notas que consideran que tiene que llevar este efecto y así lo ponen en sus partituras. En Galicia y en Asturias la cuestión es similar. Hay un desarrollo de estos picados indicando los dedos a mover según las notas a las que vayan a afectar. En Galicia, según algunos autores, este desarrollo lo han aplicado prácticamente a todos los dedos que utilizamos para hacer la melodía y en partituras actuales así los encontramos indicados. Aunque también hay autores que reducen este adorno a unos dedos determinados.

Dadas las características de la gaita aragonesa debemos concretar esta técnica. Hay determinadas posibilidades, comparando con otros tipos de gaitas que realizan esta técnica, que no nos dan buen resultado, como hacer picados sobre notas agudas que afecten a notas graves. Pero sí que hay otras posibilidades que desarrolladas de una forma natural y casi espontánea por los gaiteros consiguen el efecto de este elemento de expresión. Vamos a concretar esas posibilidades:

Para las notas Si grave, Do grave, Re y Mi lo más apropiado será realizar el picado sobre la nota Fa.

A este picado de Fa (levantar dedo anular de la mano izquierda) en algunos sitios como en Galicia se le llama picado de Sol, al quedar el resto de dedos de la mano izquierda sobre la posición de la nota Sol.

No hay que confundir el picado sobre Mi con una apoyatura o un mordente de una nota realizado en la nota Fa. Sobre la posición de Mi levantaremos rápidamente el dedo de la posición de Fa.

Para las notas Fa y Sol, lo más indicado será realizar el picado sobre la nota Si agudo. También se puede realizar sobre el Do agudo.

Para las nota La, lo mas indicado será realizar el picado sobre la nota Do agudo, levantando el dedo correspondiente, el pulgar de la mano izquierda. También podemos hacerlo sobre la nota Si, aunque en ese caso realizaremos una apoyatura breve o un mordente de una nota.

Para las notas Si agudo y Do agudo, no tenemos posibilidad de realizar este picado y tendremos que utilizar otro recurso como una apoyatura o un mordente de una nota.

Picado de Fa (Sol)
Dedo Anular mano izda.
Picado de Si
Dedo Índice mano izda.
Picado de Do agudo
Dedo Pulgar mano izda.

Estas posibilidades nos indican un resultado sonoro seguro para realizar el picado, pero no implican una obligación, ya que podemos adaptar los dedos que realizan el picado, los de las posiciones de Do agudo, Si agudo y Fa para distintas notas según el efecto sonoro a conseguir. A picados más agudos (Do, Si) el sonido de éste será más agudo, a notas más graves (Fa) el sonido del picado será menos agudo.

Así vemos que el picado de Do agudo lo podemos aplicar prácticamente a todas las notas menos a las más graves, Si grave, Do grave e incluso Re, porque el resultado obtenido no va a ser el efecto deseado, sino un pitido por la saturación de presión de la caña al dar una salida de aire en una posición tan aguda.

Algo similar nos ocurre con el picado de Si. Con el Do grave y el Si grave posiblemente obtengamos ese efecto de pitido. Con el Re generalmente funciona bien aunque debemos estar atentos para escuchar si el efecto conseguido es el deseado.

El picado de Fa lo adaptamos a las notas más graves que tenemos y el resultado sobre el Do grave y el Si grave es el esperado.

Picado de Fa
Picado de Fa
Picado de Si
Picado de Do agudo
Do grave
Do grave
Re
Fa
Sol

Además de utilizarlo para separar notas iguales, este recurso lo podemos aplicar para denotar las notas que consideremos oportuno dentro de nuestra interpretación, sean notas iguales o diferentes.

Picado sobre notas iguales
Picado sobre notas diferentes

Como ya he comentado el picado se representa con una fusa siendo su tiempo de ejecución muy breve para conseguir el efecto deseado. Su estudio es muy técnico para ajustar bien el movimiento de los dedos con el efecto sonoro consecuente.

Ejemplo de escala con picados.
Para Sol y La hay dos posibilidades (con Si y Do)

Una vez estudiada la técnica del picado podemos desarrollar más expresividad con este adorno.

Esta expresividad, basada en la técnica pero con gran parte de desarrollo artístico, la vamos a conseguir aumentando el tamaño de la nota que hace el picado.

Al aumentar el tiempo de la nota que realiza el picado, este adorno lo reconvertimos en un mordente de una nota o incluso en una apoyatura. Hay que prestar mucha atención a su efecto sonoro ya que no estamos realizando ninguna nota en cuestión, sino que el adorno lo esta realizando un sonido no definido.

Este sonido que aumentamos es como un “quejido de la gaita”, que teniendo el estudio necesario sobre el recurso y la motivación suficiente da un resultado tremendamente sonoro, que, aplicado con el gusto interpretativo de cada uno y en el sitio conveniente, nos va a dar un elemento de gran expresividad a nuestra interpretación.

Partimos de Do grave
Negra de Mi
Nota Base
Se produce el sonido
T
———– I ———–
————- A ————-
Picado de Fa
Nota Mi
Nota con adorno

El efecto sonoro del picado lo podemos acomodar a la silaba T I Á, en donde la T es cuando producimos el sonido, la I es el picado propiamente dicho y la Á nuestra nota principal. La expresividad del picado variará en el valor que le demos a la I, partiendo de su valor mínimo o aumentando éste, tomando su duración de la nota principal y haciendo que esta nota falsa o sonido no real tenga más duración que la establecida en un principio.

El picado es un elemento de expresión que se suele combinar con otros, como mordentes e incluso con variaciones como realizar dobles o triples picados. En la gaita aragonesa tenemos posibilidades de realizar estas combinaciones de picados y de otros elementos de expresión los cuales estudiaremos más adelante.

Portamento

El portamento es pasar de un sonido a otro, grave—agudo o agudo—grave, sin que se note la transición entre los dos sonidos. Este elemento de expresión está indicado para instrumentos que realizan notas picadas y utilizan como adorno o elemento de expresión el portamento obteniendo el efecto de unir notas.

No se trata de una ligadura, que une las notas, sino que se pueden distinguir las notas distintas pero el paso de una a otra se realiza con la suavidad suficiente dando una expresión de continuidad.

En la gaita tenemos el sonido continuo que hace que, de cierta manera, estemos haciendo este portamento de una manera usual. Aun así tenemos que tener en cuenta la intención de este elemento de expresión que sí podemos incluirla en nuestra interpretación.

Para desarrollar el portamento en la gaita procuraremos que las notas a las que vaya a afectar estén limpias, o sea, sin mordentes, apoyaturas o cualquier otro adorno para que se note la transición de una a otra. Además, tenemos que realizarlo con una buena digitación ya que si en el cambio, por ejemplo de un Do grave a un Sol, a la hora de levantar los dedos, no lo hacemos correctamente podemos crear un sonido confuso y el efecto no será el esperado.

Por todos los orificios del tubo melódico, de nuestro clarín, está saliendo aire que proviene del boto. Si en el momento de levantar los dedos no lo hacemos correctamente y se nos queda un dedo a medio levantar, éste va a obstaculizar la salida de aire de su correspondiente orificio, dando lugar a un sonido indefinido y a una desafinación, que afecta directamente al portamento y a nuestra interpretación. A la hora de poner los dedos en los orificios nos ocurre lo mismo. Si no lo hacemos con la suficiente definición y cerramos todos los orificios que correspondan a la vez, este sonido indefinido también nos afectará.

En la gaita suele resultar más fácil y de mayor expresividad realizar portamentos de notas graves a agudas, siendo el portamento de notas agudas a graves de menor expresividad y más difícil ejecución.

Una combinación muy frecuente como ya apuntaba con el glissando es unir portamento+glissando y aprovechar esta transición de una nota a otra con un arrastre de dedos sobre los agujeros. Tiene mucha expresividad, pero tenemos que estar atentos a no sobrepasar el tiempo de las notas sobre las que realizamos dicho elemento de expresión.

Portato

El portato consiste en hacer que suene la nota al máximo de su extensión. Se representa con una barra horizontal encima de la nota a la que afecta.

Al igual que el portamento esta indicado para instrumentos en los cuales sus notas pueden ser picadas o de por sí sus notas pueden durar un tiempo determinado. En la gaita todas nuestras notas son portatos ya que con un sonido continuo hacemos que todas las notas suenen al máximo de su extensión. Aun así, aplicándolo a la gaita también podemos encontrarle un sentido.

Este sentido es bien sencillo. Con apoyaturas, acciaccaturas, mordentes y picados lo que estamos haciendo es crear efectos sonoros que rompan nuestro sonido continuo. La adaptación del portato es simplemente no hacer ningún elemento de expresión y dejar que la gaita suene de forma natural.

Tan válido y expresivo puede ser realizar cualquier efecto de corte, si así lo requiere la canción y así nos gusta en nuestra interpretación, como dejar que las notas suenen de forma natural y limpia. En nuestra personalidad como músicos iremos encontrando el valor estético o artístico de estos adornos y sus aplicaciones a nuestra interpretación.

Tresillo

El tresillo como tal no es un elemento de expresión. Es un elemento musical que encontramos en las partituras y que corresponde a las melodías.

La cuestión es que muchas veces para resaltar un pasaje en concreto de la canción utilizamos esta técnica, “atresillamos” la melodía y creamos el consiguiente efecto de sonido.

Tresillos

Tenemos que tener presente que el efecto de crear tresillos de forma voluntaria es modificar la melodía y no realizar una técnica en concreto en nuestro instrumento para crear mas expresividad.

La cuestión es que tocando la gaita es muy común y sencillo utilizar esta pequeña modificación de la melodía en un momento en concreto sin que por ello afecte al resto de la canción.

El tresillo consiste en repartir el tiempo que utilizan dos notas para tres, y en la gaita muchas veces, el de una nota para tres.

Esta situación va indicada en la partitura con un pequeño 3 sobre o debajo de las notas que realizan el tresillo. La realidad es cuando en nuestra interpretación, independientemente
de la partitura y según nuestra motivación, aplicamos estos tresillos como adorno u ornamento.

Tenemos varias maneras de realizar estos tresillos:

Cuando tenemos dos corcheas (o negras) de la misma nota e incluimos una tercera igual.

Cuando tenemos dos corcheas (o negras) de la misma nota e incluimos una tercera diferente.

Normalmente utilizaremos la nota inmediatamente superior, aunque también se puede usar la inmediata inferior. Si realizamos una escala descendente con corcheas iguales e incluimos esta
tercera corchea con la nota inmediatamente superior, realizando el tresillo, el efecto es una escala descendente más escalonada, más suave.

Este efecto se resalta cuando las notas son negras, y así convertimos una negra en un tresillo.

Si tenemos por ejemplo una escala descendente de negras desde Sol a Do grave, convertimos cada negra en un tresillo y el resultado es negra de Sol= Sol-La-Sol, negra de Fa= Fa-Sol-Fa, negra de Mi=Mi-Fa-Mi, etc., hasta llegar a la nota final.

Ejemplo con negras
Ejemplo con corcheas

Otra posibilidad es convertir la negra en un tresillo de notas iguales, lo que suele aportar un elemento rítmico a nuestra interpretación. Asimismo esto también se aplica a dos corcheas iguales convirtiéndolas en un tresillo de tres notas iguales.

Otra posibilidad es convertir una nota, sea negra o corchea en un tresillo de notas distintas. Este recurso se llama semitrino; después del trino lo estudiaremos.

Si bien suele ser más efectista realizar estos tresillos en escalas descendentes o siempre que vamos hacia notas más graves podemos realizarlos de forma ascendente o en el lugar que nosotros creamos oportuno.

Descendente
Ascendente

Al igual que los otros elementos de expresión, la duración del tresillo que incorporamos será la duración de la o las notas a las que afecta, si no, nos pasaremos del tiempo indicado y sufriremos un descuadre rítmico en nuestra interpretación y en nuestra melodía.

Trino

El trino consiste en alternar muy rápidamente la nota principal con la nota inmediatamente inferior o superior a esta. Las notas, además de nuestra nota principal, con las que se realiza
el trino son notas correspondientes a nuestra escala diatónica. Estas notas suelen ser la inmediatamente superior, de gran efecto sonoro y la de uso más general o la inmediatamente inferior.

El trino se suele representar con unas pequeñas letras tr, encima de la nota a la que afecta. La duración del trino puede ser breve, y sólo se notara con tr, o larga, en cuyo caso la indicación tr ira acompañada de una línea ondulada. Si esta línea va acompañada de un # o un b, y nos indica que hay una alteración en la nota correspondiente para realizar el trino.

Podemos distinguir dos clases de trino.

El trino clásico, donde lo primero que se oye es nuestra nota principal y seguidamente la nota con la cual se realiza el trino.

El trino Barroco, que se interpreta realizando una apoyatura antes de nuestra nota principal cambiando así la sensación del trino clásico. La nota de la apoyatura será la otra nota que interviene en el trino.

Semitrino

El semitrino se puede considerar como un trino muy breve y su efecto sonoro y su desarrollo es el de un tresillo realizado con nuestra nota principal y la inmediatamente superior.

Según autores el semitrino se nota en la partitura con el mismo signo que el mordente —generalmente al mordente de dos notas se le llama semitrino—. Pero tenemos que estar atentos, sobre todo en su ejecución y en su efecto sonoro en nuestro instrumento, ya que como hemos estudiado anteriormente este semitrino puede derivar de una mala ejecución de un mordente de dos notas. Y aunque se pudiera entrar en discusiones sobre la notación del mordente de dos notas o el semitrino, lo principal es el efecto que queremos realizar en nuestra melodía. En un mordente de dos notas se oirá más nuestra nota principal y el efecto del mordente será más concreto. Con un semitrino realizamos un pequeño tresillo dividiendo nuestra nota principal en tres más pequeñas y el efecto sonoro, al igual que los tresillos será más suave.

Grupeto

El grupeto es un pequeño grupo de notas que realizan un “caracoleo” sobre nuestra nota principal. Se considera como un desarrollo de la apoyatura. Este “caracoleo” consiste en dividir nuestra nota principal en varias notas, generalmente cuatro, y ejecutarlas comenzando en la inmediatamente inferior, pasando por nuestra nota a la inmediatamente superior para terminar en nuestra nota. Su notación es una S tumbada sobre la nota a la que afecta que nos indica un grupeto ascendente o una S vertical que nos indica un grupeto descendente. En esta notación, ocasionalmente y si así lo considera el autor, también nos podemos encontrar sostenidos, en la parte superior de la grafía utilizada, o bemoles en la parte inferior, que nos indicarán que la nota superior o inferior está alterada en nuestra escala diatónica.

Grupeto ascendente
Grupeto descendente

Es un recurso de fácil ejecución y de gran efecto sonoro. Tenemos que poner atención en no abusar de él, ya que estamos dividiendo una nota en varias y un uso excesivo puede ocultar las notas propias de la melodía que estamos tocando. También lo podemos utilizar entre dos notas.

A la hora de aplicarlo a nuestra interpretación debemos tener en cuenta el tamaño de la nota a la que afecta, puesto que si ésta es una negra, el grupeto lo formarán semicorcheas, y si nuestra nota es una corchea el grupeto lo formarán fusas. Esto nos indica que hay que realizarlo con suficiente soltura y rapidez y siempre dentro del tiempo de nuestra nota principal. Si nos salimos de ese tiempo podemos, sin querer, modificar la melodía y sufrir una variación en el tiempo y en el ritmo de nuestra ejecución. Al grupeto se le considera como notas de paso.

Ligadura

La ligadura es la unión de dos o más notas sin que se note cambio entre ellas. Podemos encontrarnos ligaduras de duración, que unen varias notas iguales de distinto o igual tamaño y ligaduras de expresión que unen notas distintas de igual o diferente tamaño.

Evidentemente en la gaita, y tocando sin utilizar ningún elemento de expresión, todo lo que tocamos esta ligado, al ser un instrumento de sonido continuo. En las ligaduras de duración basta con mantener la posición para realizar el adorno, pero en las ligaduras de expresión, por las características del
instrumento, el adorno esta implícito.

Se puede decir que el efecto sonoro de la ligadura seria el de unir portato y portamento.

Invariablemente este adorno no nos aporta un efecto sonoro claro y diferenciado, muchas veces es la intención y la personalidad de la interpretación del gaitero la que hace percibir esta sensación de unir notas, que aplicando portato y portamento matizan de una manera más notable esta intención y su consiguiente efecto sonoro.

Vibrato

El vibrato es un adorno de gran efecto sonoro al aplicarlo en nuestra interpretación. A diferencia de los elementos de expresión que venimos estudiando, que provienen en su mayoría de la música clásica y para los que buscamos una aplicación en la gaita, el vibrato se puede considerar un adorno idóneo para la gaita, de fácil ejecución y de gran efecto sonoro. Hay otros instrumentos, principalmente la voz, que utilizan este elemento. La aplicación y desarrollo de este elemento de expresión en la gaita nos da una gran variedad de expresiones y de matizaciones, y considerando que no había ningún estudio o desarrollo sobre la aplicación del vibrato en la gaita, este elemento de expresión merecía un capitulo aparte que estudiara en detalle la aplicación, técnica y recursos del mismo en la gaita. Os remito a él.

Combinaciones de elementos de expresión

Las combinaciones de los elementos de expresión son múltiples y variadas y siempre van a depender del efecto sonoro que queramos conseguir.

Si estudiamos y dominamos varios elementos de expresión, invariablemente los vamos a combinar. La combinación de estos recursos puede ser general, ya que muchas combinaciones están aplicadas y estudiadas y se utilizan de forma muy habitual al tocar determinadas canciones de determinados estilos de música tradicional. Pero estas combinaciones también pueden ser propias, formando parte de la personalidad del gaitero.

A la hora de hablar de estas combinaciones, siempre podemos ir mas allá e incluir combinaciones inusuales o de difícil aplicación o quedarnos cortos y ceñirnos solo a las lógicas y habituales. Aun así hay una serie de combinaciones aplicables en la gaita de fácil ejecución y gran resultado expresivo.

Apoyatura+Glissando

Una combinación, de un efecto sonoro notable y fácil ejecución es combinar el glissando con una apoyatura en la nota inferior a nuestra nota principal.

El glissando afectará sólo a la apoyatura, pasando así de una nota a otra arrastrando el dedo con suavidad, y sin sobrepasar el tiempo destinado a la apoyatura.

Esta combinación suele hacerse al realizar el final de una frase y caer a la tónica (Do), o al caer en alguna nota de nuestro acorde, tercera (Mi) o quinta (Sol), siendo esta ultima de gran efecto sonoro, sin que por ello esto implique un sitio en concreto.

Apoyatura+Glissando+Vibrato

Un efecto añadido a esta combinación es realizar un vibrato sobre nuestra nota principal después de haber realizado la apoyatura+glissando. Es de un gran efecto sonoro.

Hay que considerar también que si realizamos esta apoyatura+glissando sobre el semitono inferior, el efecto ganará en suavidad con respecto a realizarla sobre un tono.

Un ejemplo claro sería efectuarlo sobre un Do grave y realizar la apoyatura+glissando, incluyendo el vibrato, sobre el Si grave. Y un recurso muy utilizado es hacerlo sobre Sol y la apoyatura+glissando sobre Fa# y terminar con un vibrato de Sol.

Portamento+Glissando

Hacer que en la transición entre dos notas no se escuchen notas intermedias. Si además aplicamos el Glissando entre las dos notas el efecto de suavidad se verá incrementado por el deslizar de los dedos. Para canciones de ritmo lento este efecto es muy recurrente aunque tampoco es bueno abusar de él pues puede empañar la melodía que estamos tocando.

Tenemos que poner atención al realizar el Glissando para que todos los dedos que lo realizan se deslicen de igual manera y el efecto sea el deseado.

Picado+Vibrato

Se trata de aplicar un vibrato sobre nuestra nota justo después de haber realizado un picado sobre esta. Es de un gran efecto sonoro, más aún, si ajustamos bien la duración del picado para que no resulte demasiado breve y se pueda apreciar ese efecto tan característico de “quejido”.

Combinaciones especiales

Como combinaciones especiales entendemos aquellas combinaciones que aplicadas a la gaita aragonesa resultan novedosas ya que tradicionalmente no se han aplicado nunca. De las combinaciones anteriores también se puede considerar que nunca se han aplicado en la gaita aragonesa, si somos exactos. Pero estas combinaciones y sus elementos de expresión correspondientes son de muy fácil ejecución por parte del instrumentista con un resultado sonoro fácil de identificar y de utilizar en la interpretación.

Estas combinaciones especiales incluyen adornos muy técnicos, lo cual aumenta el grado de complejidad a la hora de realizarlas. Suelen darse al tocar otras gaitas como la gallega o la asturiana o incluso la escocesa y son típicas de la música tradicional de estos lugares, sin que por ello no podamos incorporar estos elementos de expresión a la gaita aragonesa. Tendremos que tener en cuenta su efecto sonoro y cómo podemos aplicarlo a nuestro instrumento y a nuestra interpretación, y tendremos que prestar mucha atención en su aplicación sobre canciones tradicionales de Aragón, ya que éstas nunca han llevado esta serie de adornos y si no los situamos correctamente y sabemos sacar partido de ellos podemos modificar la melodía o nuestra interpretación de forma que las cambiemos tanto que se pierda su sentido en el contexto de la música tradicional aragonesa.

Estos son unos ejemplos bastante comunes aplicables a la gaita aragonesa y que podemos encontrar en algunas interpretaciones de gaita gallega y escocesa, no siendo estos tipos de gaita las únicas que en su interpretación realizan adornos. Hay más, pero esta cuestión requiere un estudio exclusivo del instrumento, gaita gallega o escocesa o del tipo que sea, ya que son elementos de expresión que dependen de las características propias del instrumento, su digitación y las posibilidades de éste, además de las del músico, para realizar dichos adornos.

Picado+mordente de una nota

Aplicamos un picado a nuestra nota principal y justo cuando caemos sobre ella un mordente ascendente de dos notas. Podemos aplicar varios picados distintos sobre nuestra nota e incluimos a continuación el mordente.

Picado+Cerrar por abajo o rufar (mordente de una nota)

Aplicamos un picado a nuestra nota principal y justo cuando caemos sobre ella un mordente descendente de una nota. Podemos aplicar varios picados distintos sobre nuestra nota e incluimos a continuación el mordente.

Picados+mordentes
Picado + cerrar
por abajo o rufar (mordente)
Una nota
Doble
Triple

Estos adornos son bastante complicados de realizar ya que estamos dividiendo nuestra nota en un buen número de notas pequeñas, las cuales tiene su duración que hay que ajustar y respetar para que creen el consiguiente efecto sonoro.

Lo más complicado de estos adornos no es la ejecución de dicho ornamento sino su inclusión en nuestra melodía sin que nos rompa ésta en medida y ritmo. Estas combinaciones requieren un estudio meticuloso para desarrollarlas bien técnicamente y conseguir el efecto consecuente sobre nuestra melodía.

Recomendaciones

Para poder realizar adecuadamente los elementos de expresión en la gaita y que produzcan el efecto deseado tendremos que estudiarlos en detalle. Hay adornos de fácil ejecución y hay otros cuya ejecución requiere una serie de ejercicios técnicos, de digitación, para poder llevarlos a cabo correctamente en nuestra interpretación.

A la hora de realizar estos ejercicios, fundamentalmente escalas incluyendo el adorno en cuestión, debemos tener claro lo que queremos conseguir. Muchas veces terminan siendo rutinarios y rítmicos sin que ello aporte nada a nuestra interpretación y en el momento de aplicarlos a una melodía ésta queda rota o partida sin conseguir el efecto deseado.

Todo adorno u ornamento que apliquemos a nuestra melodía tiene un efecto sonoro claro, que es el que nos tiene que servir de guía a la hora de realizar los ejercicios y en el momento de aplicar el adorno a nuestra melodía.

No nos servirán de nada los ejercicios si no estamos muy atentos al efecto que produce sobre nuestro instrumento, de sonido continuo, y el efecto que queremos conseguir con este adorno en nuestra melodía.

Lo más complicado es aplicar estos adornos de una manera natural a nuestra interpretación. Y ésta ganara en expresividad tanto en cuanto seamos conscientes del adorno que estamos realizando y su efecto en la melodía.

El gusto a la hora de realizar e incluir estos adornos en nuestra melodía, va a ser una cuestión que necesita tiempo y experiencia. Tiempo en la elaboración e inclusión del adorno en nuestra forma de interpretar con la gaita y experiencia como gaitero que nos hará aplicar uno u otro según el efecto que queramos conseguir. Cuantos más adornos sepamos realizar con soltura más posibilidades tendremos de ornamentar la melodía a nuestro gusto y esto nos hará crecer como intérpretes de gaita creando una personalidad propia.

La mejor referencia de cuál, cómo y dónde incluir estos elementos de expresión es sin duda escuchar atentamente a gaiteros experimentados, a gaiteros veteranos, sean intérpretes de nuestro mismo tipo de gaita o no. Esto nos hará entender muchas cosas sobre el instrumento e indudablemente nos abrirá una serie de posibilidades para poder desarrollar nuestra interpretación y personalidad con la gaita.

Una cuestión típica es el abuso de adornos. No por hacer muchos adornos nuestra interpretación gana y seremos mejores intérpretes de gaita.

Es normal que siendo conscientes del dominio de un adorno queramos utilizarlo siempre que sea posible, y esto, sin querer, suele llevar a un abuso del adorno en cuestión que nos lleva a un resultado no deseado.

Abusar de adornos como la apoyatura, el glissando o incluso el portato y el portamento hará que nuestras melodías sean muy suaves, “melosas”. Si por el contrario abusamos de mordentes, picados y sus combinaciones, nos podemos encontrar con una melodía brusca, “rota”, ya que estos adornos interrumpen de una manera clara nuestro sonido continuo.

¿Dónde podemos encontrar el equilibrio? Escuchando atentamente nuestra interpretación y escuchando atentamente el efecto de sonido que producen los adornos que aplicamos. Es nuestro gusto y nuestra personalidad como intérpretes lo que nos hará buscar el adorno que creamos conveniente para cada momento. Y, fundamentalmente, en el tiempo dedicado al estudio del instrumento y la experiencia como músicos de gaita.

Conclusiones

Estudiando el material que se tiene sobre gaita aragonesa nos damos cuenta de que disponemos de melodías, ya sea por transmisión oral o escritas en diversos cancioneros, pero carecemos de material sobre el manejo, del instrumento. No tenemos ningún método de estudio para la gaita aragonesa. Tenemos registros de gaiteros viejos y algunas peculiaridades a la hora de tocar, tanto técnicas como musicales, que nos aportan la base sobre la que trabajar. Pero no tenemos nada más. Después del proceso de años de recuperación de la gaita aragonesa, actualmente, los constructores han mejorado e innovado el instrumento, lo que ha llevado a tener gaitas aragonesas perfectamente afinadas y compensadas, tenemos buenos instrumentos. Lo que nos toca hacer ahora es trabajar. Con la base tradicional que tenemos pero situándonos hoy en día, necesitamos darle más posibilidades tanto al instrumento como al instrumentista.

En Aragón, el personaje del gaitero ha estado siempre solo, musicalmente hablando. Necesitamos que todas las personas que se dedican a aprender y a tocar este instrumento no sean solo gaiteros, sino buenos músicos de gaita, que desarrollen las posibilidades técnicas y artísticas del instrumento y se desarrollen ellos mismos dentro de la música, tocando como solistas o en grupo, sea cual sea el género musical que trabajen.

Se han mejorado los instrumentos y ahora tenemos que mejorar la técnica con las posibilidades que nos ofrece este instrumento. No se trata de inventarse una técnica específica para la gaita aragonesa. Todos los elementos de expresión anteriormente estudiados son comunes a la música y se han adaptado a la gaita como instrumento musical, en algunos casos de una manera determinada y con unas combinaciones muy características que en según qué modelo de gaita se concreta en una técnica definida de tañer dicho instrumento. La gaita aragonesa tiene personalidad propia como instrumento, en su historia, en su morfología y como parte de la cultura tradicional de Aragón, sin olvidarnos del gaitero, músico tradicional y personaje imprescindible en el contexto de nuestra cultura musical.

Se trata de aportar más posibilidades técnicas y artísticas para que los músicos de gaita aragonesa se puedan desarrollar como buenos intérpretes, adaptando y aplicando lo que se crea conveniente en cada momento para conseguir una expresividad y una personalidad propias, como músico y como gaitero. Tan solo es una cuestión de unificar criterios y dar posibilidades y que cada gaitero tenga la libertad de su uso y disfrute, según lo considere, en su interpretación.

Y este trabajo sumado a otros como nuevas composiciones o nuevas formaciones musicales, tradicionales o no, donde la gaita está presente, además de los Dances y actos tradicionales en los que ya está y es protagonista y, además de la buena enseñanza del instrumento y su difusión, van hacer que el entorno de la gaita aragonesa, y por lo tanto nuestra cultura tradicional, mejore.

© del texto y fotos Eugenio Gracia Marco, 2005