El herrero de Alpartir

F. Jesús López Báguena
Almonacid de la Sierra (Zaragoza)
franjelobaca@eresmas.com
Noviembre de 1999

Hace unos años, allá por 1995, en Almonacid de la Sierra, durante las fiestas de septiembre en Honor a San Nicolás de Tolentino y en esa larga espera a una ambulancia para que pudiera comenzar el toro de ronda, una cuadrilla de gente cincuentona cantaba incesantemente una canción graciosa y pegadiza en el interior de los toriles.

Terminadas ya las fiestas se seguía oyendo cantar a la chiquillería del pueblo, y también a varias cuadrillas en sus meriendas, con un tanto de guasa; e incluso en nuestra cuadrilla la cantábamos.

Eran tantos los que la cantaban que no pude más e intenté indagar de dónde venía esa canción que tanta euforia había causado en mi pueblo. Pregunté a mis abuelos y a la gente mayor del pueblo y nadie la había oído. Por fin fui a los que la cantaron aquel día de fiestas en los toriles y tan sólo uno, Lorenzo Morales (el Paleta pequeño), me supo dar traslau: resultó ser un canto de bebedores que cantaban los de Ricla (Valdejalón). Se la había enseñado un amigo de Ricla llamado Francisco Castillo Gil (1927) hace más de 10 años. No me conformé y me fui a hablar con Paco Castillo, al cual se la había enseñado otro amigo suyo (Luis Romea) cuando iban cantando de ronda, allá por los años cuarenta, pero no supo decirme de dónde la sacó su amigo. Cada vez que una persona o grupo de personas me cantaban este canto aparecía una estrofa añadida, hasta que al final, Paco Castillo (hijo del mejor tañedor de requinto de la comarca, Manuel Castillo Gracia) me cantó todo.

El canto original y completo es éste, y en él aparece la cultura aragonesa como tal, tanto en juegos tradicionales, con sus apuestas incluidas, la cultura del vino, los oficios de herrero y guarnicionero/a, la característica hospitalidad de los pueblos…

Frontón de pelota,
partido de bocha (bola),
quien pierda el partido,
quien pierda el partido,
llenará la bota.

Y los que han perdido
contentos se han ido,
por se han bebido
el vino que había
y más que han traído.

Por la mañana,
cul, cus,
al medio día
cul, cus,
y a eso de la media noche
ya me estas jodiendo
con tanto cul, cus.

En Alpartir,
había un herrero,
que hacía espada, (bis)
y su mujer,
cosía las vainas,
todas las vainas. (bis)


Ella hilaba,
devanaba,
era tuerta,
jorobada,
bebía vino,
no lo pagaba.


Con el pie,
cerraba la puerta
y daba la teta al niño
.

El Herrero de Alpartir

Paco, muy aficionado a la fotografía, me prestó una de cuando iban en la ronda en Ricla. En ella aparecen los instrumentos característicos de la ronda, guitarra, laúd, bandurria, requinto (siempre tañidos por los viejos músicos) y uno de percusión: de los dos muchachos que hay en cuclillas, el de la izquierda es Mariano Arregui (varias veces campeón de jota cantada) y lleva en la mano una especie extraña matraca-carracla-sonajero (?); me contó Paco que el padre del susodicho hacía carraclas y matracas.

Vuelvo a despedirme con dos refranillos de mi pueblo:

Buen trago y buen zoquete
y a enseñale los cojones a la muerte .

Si quieres tener
al musico gordico,
después de comer,
un traguico.

Ronda de Ricla el 3 de septiembre de 1956 (Foto: Francisco Castillo Gil)

Informantes:

  • Lorenzo Morales Herrero
  • Paco Martínez
  • Jesús Martínez
  • Francisco Castillo Gil (Ricla)

© del texto y fotos F. Jesús López Báguena, 1999
Este artículo fue publicado orginalmente en la revista Gaiteros de Aragón, editada por la Asociación de Gaiteros de Aragón (AGA).