El hermoso valle de Chistau, en el Sobrarbe, recurre durante la noche del 16 al 17 de enero a un método particular para ahuyentar los malos espíritus: el ruido. Tras una copiosa cena en comunidad, una caravana de vecinos recorre los pueblos del valle haciendo sonar los trucos o cencerros del ganado, organizando un gran estruendo al que también contribuyen algunas personas haciendo sonar cuernos de animales como los usados en el pastoreo.
La comitiva no se limita a interpretar su particular serenata en las calles de los pueblos, sino que durante el recorrido en coches por las carreteras del valle se detiene para tocar los trucos en el interior de los túneles.
Esta particular forma de invocar la protección de los animales del valle, recuperada hace unas de dos décadas, se conoce como la Fiesta de los Trucos y es muy esperada por todos. Se celebra cada víspera de San Antón, no importa lo adversas que puedan ser las condiciones climáticas (que habitualmente lo son, y mucho, en esas fechas). Merece la pena mencionar los enormes y bellos trucos que algunas personas se hacen construir expresamente para la ocasión, como este que muestra la fotografía adjunta.